Asistencia Social. 2ª parte de 2
LA MEDICINA En la granja de Don Genaro todo seguía su curso, mi metodología terapéutica era tomada en serio por Manuela, la cual llega puntual a la hora acordada a casa, tras hacer los últimos quesos y abrir la cerca para que las vacas se metieran cuando llegaban por su cuenta, al anochecer. Don Genaro esperaba viendo en la tele la vuelta ciclista, sin demasiado interés. Su atención está puesta en otro sitio, y es que desde que su nuera le asignara que su jovencita hija para el cuidado personal, no puede pensar en otra cosa. Sus lagunas en la memoria afectan a sus familiares y amigos, pero la imagen de cada una de las sonrisas y los vestidos de su nieta, su nueva cuidadora que día tras día le atiende los recuerda perfectamente, sus tetas, su cuerpo blanco e impoluto… su rajita partiendo una vulva abultada aun sin estrenar. – Hola, abuelo, ¿cómo va la tarde? Saluda la chica mientras cuelga las llaves de la cerca. Pasa al salón cerca del anciano. Manuela se ha aseado para no o